La reacción al fuego de un material indica su respuesta en términos de contribución al desarrollo del mismo con su propia combustión, y emisión de humos opacos y el desprendimiento de gota inflamada. Los productos cerámicos tienen la mejor categoría posible para un material en cuanto a la reacción al fuego, ya que se clasifican como Euroclase A1 sin necesidad de ensayo.
Esto significa que no son combustibles y que en caso de incendio no contribuyen al desarrollo del mismo, no produciendo llamas, ni humos, ni gases tóxicos. Asimismo, las soluciones constructivas cerámicas presentan una elevada resistencia al fuego. Todo ello, hace que las soluciones cerámicas tengan un excelente comportamiento frente a incendios y garanticen sobradamente el cumplimiento de las exigencias normativas en cuanto a seguridad en caso de incendios.
Clasificación reacción al fuego para paredes y techos según norma UNE-EN 13501-1
El endurecimiento de la normativa, un paso necesario para aumentar la seguridad de las personas en caso de incendio
A raíz de los incendios acontecidos en la Comunidad Valenciana, como el de los dos edificios de 14 plantas en Valencia, han surgido reivindicaciones a favor de endurecer la normativa española que regula las exigencias en materia de protección frente a incendios, a las que se ha sumado Hispalyt, que exige un endurecimiento en el Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio del Código Técnico de la Edificación (DB SI del CTE) similar al aprobado en la normativa inglesa tras el incendio en el año 2017 de la Torre Grenfell, un edificio de 24 plantas en el que tristemente fallecieron 72 personas.
Actualmente, la normativa española del año 2019 exige en el DB SI 2 de propagación exterior las siguientes clases de reacción al fuego a los sistemas constructivos de fachada, en función de si la fachada es ventilada o no, y de la altura del edificio:
Extracto DB SI 2 Propagación exterior, 1 Medianeras y fachadas, del CTE
Por su parte, la normativa inglesa del año 2017 antes del incendio de la Torre de Grenfell era similar a la actual normativa española, ya que se permitía una reacción al fuego para los materiales de la fachada igual o mejor a B-s3, d2.
Sin embargo, tras el incendio de la Torre de Grenfell de Londres, se cambió la normativa inglesa de protección frente a incendios, que puede consultarse en el siguiente enlace, y que, entre otras cosas, indica lo siguiente:
- En un edificio con una altura de 18 m o más, cualquier producto aislante, material de relleno (como el que se encuentra en paneles composite metálicos, paneles sandwiches, muros cortina de cristal, sin incluir juntas, sellantes y similares), etc., utilizado en la construcción de la pared exterior de la fachada debe ser de clase A2-s3, d2 o superior. Esta exigencia no aplica cuando el material aislante esté dentro de muros de doble hoja de fábrica de albañilería.
- En edificios de uso residencial con una altura de 11 m o más, cualquier producto aislante, material de relleno, etc., utilizado en la construcción de la pared exterior de la fachada debe ser de clase A2-s1, d0 o superior. Esta exigencia no aplica cuando el material aislante esté dentro de muros de doble hoja de fábrica de albañilería.
Es decir, se realizaron dos grandes cambios: por un lado, se obligó a utilizar materiales aislantes con una mejor reacción al fuego, y por otro lado, se permite el empleo de materiales aislantes con peor comportamiento al fuego, siempre y cuando dichos aislamientos se coloquen en una fachada de doble hoja de fábrica de albañilería, poniendo de manifiesto el buen comportamiento al fuego de las paredes de ladrillo.
Además, Hispalyt reivindica también a las administraciones la necesidad de aplicar medidas normativas que fomenten el uso de materiales seguros, como el ladrillo cerámico, que al tener un mayor espesor, pueden resultar menos atractivos para los promotores desde el punto de vista del computo de la edificabilidad. En este sentido, pide que, al igual que ya sucede en Italia, las soluciones constructivas de mayor espesor, pero con mejores prestaciones técnicas, tengan un menor cómputo en la edificabilidad de los edificios.
Fachadas de ladrillo cara vista, la elección más segura en caso de incendio
Todas las soluciones constructivas cerámicas de fachadas presentan valores de resistencia al fuego, iguales o superiores a EI 120, cumpliendo sobradamente la exigencia de EI60 establecida por el DB SI 2.
En cuanto a las exigencias de clase de reacción al fuego establecidas por el DB SI 2 para los materiales que componen las fachadas ventiladas, en el caso de las soluciones constructivas cerámicas, al presentar los materiales cerámicos una clase de reacción al fuego A1, la exigencia afecta principalmente a los acabados de la fachada y a los materiales aislantes térmicos alojados en el interior de las cámaras ventiladas, debiendo cumplir éstos una determinada reacción al fuego en función de la altura de la fachada.
Por otro lado, todas las soluciones constructivas cerámicas de fachadas empleadas como muros de carga o de arriostramiento, presentan una resistencia al fuego superior a R90, cumpliendo las exigencias establecidas para los casos más habituales de edificios con estructura portante.
Para más información sobre el impacto de las soluciones de materiales cerámicos en la máxima seguridad a los usuarios, por su robustez, resistencia frente a incendios y protección frente a fenómenos meteorológicos, y su contribución para crear un ambiente interior confortable y saludable, descarga el documento “10 razones por las que los productos cerámicos son sostenibles: seguridad para los usuarios”.