La Jornada Técnica sobre Protección contra incendios en edificios, organizada por Hispalyt el 27 de noviembre de 2025, que reunió alrededor de 300 asistentes (entre online y presenciales), se convirtió en una radiografía completa del estado de la seguridad contra incendios en España. A lo largo de la Jornada emergió un mensaje rotundo: las reglas del juego deben cambiar para evitar que tragedias como el incendio de Campanar vuelvan a producirse.

Una apertura marcada por la urgencia del contexto
La jornada comenzó con la bienvenida de Elena Santiago, Secretaria General de Hispalyt, quien contextualizó el encuentro recordando incendios recientes, entre ellos el del hospital de Cartagena y del complejo de edificios en Hong Kong, subrayando que España registra alrededor de 50 incendios residenciales diarios. También destacó la necesidad de una respuesta coordinada entre industria, ingeniería, arquitectura y administraciones.
A continuación, intervino Pedro Rognoni, presidente de Hispalyt, quien enfatizó la trascendencia del encuentro justo después de la publicación del borrador de modificación del DB-SI del CTE, abierto a alegaciones.
El Observatorio de Nuevos Riesgos de Incendios: cuando la realidad supera a la normativa
La primera ponencia estuvo a cargo de Andrés Pedreira, Director del Observatorio de Nuevos Riesgos de Incendios (OBS). Su intervención fue un recorrido contundente por los fallos estructurales del enfoque actual sobre incendios en fachadas.
Pedreira explicó cómo el Observatorio nació para detectar riesgos no cubiertos por la normativa. Tras el incendio de Campanar, impulsaron un manifiesto que ha recibido apoyo de 21 asociaciones, entre las que se encuentra Hispalyt, para reclamar un mayor rigor en la regulación de materiales combustibles en las envolventes.
Presentó casos reales de rehabilitaciones donde edificios inicialmente seguros se han convertido en peligrosos debido a la incorporación de materiales Euroclase E, y mostró datos sociológicos que evidencian una ciudadanía cada vez más consciente: el 91% de los encuestados expresa preocupación por las fachadas combustibles, mientras que solo un 5% está satisfecho con la normativa actual.
Pedreira también cuestionó la idoneidad del ensayo británico a gran escala —adoptado en el borrador del CTE— señalando sus limitaciones: falta de representación real de propagaciones horizontales, montaje idealizado, ausencia de degradación por envejecimiento o fallo mecánico, y una extrapolación problemática a sistemas distintos del ensayado. Concluyó que España debería apostar por un ensayo europeo unificado.
Guillermo Rein: la ciencia del fuego y las lecciones de Grenfell
Conectado desde Londres, Guillermo Rein, profesor del Imperial College, aportó una visión científica global. Explicó cómo la ingeniería de protección contra incendios ha permitido reducir drásticamente el número de incendios en ciudades como Londres o Nueva York, a pesar de que el entorno es hoy mucho más inflamable debido al uso masivo de plásticos.
Su relato del incendio de la Torre Grenfell fue especialmente revelador: un fuego doméstico corriente se convirtió en catástrofe por la presencia de paneles compuestos de aluminio con núcleo plástico extremadamente inflamable. Rein mostró cómo estos paneles tienen una “doble inflamabilidad”: resistencia aceptable frontal y combustión explosiva lateral en apenas cinco segundos.
Reivindicó la necesidad de entender la fachada como un sistema multifuncional, no como una simple piel, y advirtió que la innovación en materiales suele generar “puntos ciegos” que no aparecen en las estadísticas hasta años después.
El caso Campanar: reconstruir desde la lección aprendida
El arquitecto Batiste Boronat, socio de Arqueha, explicó con detalle el análisis técnico, social y humano tras el incendio de Campanar. Describió cómo la combinación de material combustible en fachada ventilada, condiciones meteorológicas extremas, compartimentación interior deficiente y escaleras adosadas generaron una auténtica trampa mortal.
Contó el proceso de reconstrucción y destacó decisiones clave: apostar por soluciones cerámicas, añadir un metro de protección al fuego por encima de todos los huecos, sectorizar patinillos en todas las plantas o introducir redundancias activas como detectores, sin salirse del presupuesto.
Paredes interiores: la investigación que faltaba
La jornada continuó con la presentación del estudio del comportamiento ante incendios de paredes interiores entre viviendas a cargo de Amelia Santiago y Juan Ferrer, arquitecta del Departamento Técnico de Hispalyt y Director Técnico de Pixeling respectivamente.
Amelia subrayó la importancia del ladrillo cerámico como material incombustible (Euroclase A1) y presentó la carencia de estudios reales sobre el comportamiento frente al fuego de paredes interiores.
Ferrer profundizó en los ensayos de yeso laminado y modelos FDS comparativos entre muros de fábrica cerámica y tabiquería ligera. Las simulaciones mostraron resultados preocupantes: las particiones de yeso, aunque cumplen EI-60, pueden fallar bruscamente y, lo más llamativo, al romperse generan aperturas internas que intensifican el incendio al aumentar la ventilación. Por el contrario, la fábrica cerámica falla de forma progresiva y mantiene integridad durante más tiempo.
Anunció futuros ensayos a escala real en colaboración con bomberos, incorporando escenarios emergentes como incendios de baterías de litio.
La voz del Ministerio: una reforma del CTE más profunda de lo previsto
La parte institucional la abrió Isabel Marcos, coordinadora de la División de Innovación y Sostenibilidad en la Edificación de la Dirección General de Agenda Urbana y Arquitectura del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MIVAU). Presentó el borrador de modificación del CTE, aclarando que está abierto a alegaciones y que afecta no solo al DB-SI sino también a otros documentos básicos.
Entre los cambios más relevantes, destacó el endurecimiento de las exigencias para las fachadas, que ahora se diferencian según el uso del edificio —vivienda, pública concurrencia u hospitalario—, así como la introducción del ensayo británico a gran escala como referencia transitoria hasta que exista un método europeo unificado. También subrayó la sectorización obligatoria y la incorporación de barreras cortafuego en los sistemas SATE, junto con una revisión integral de los aparcamientos para adaptarlos al auge del vehículo eléctrico, introduciendo requisitos de extinción automática, ventilación reforzada y nuevos criterios de sectorización.
Otro avance clave es la obligatoriedad de instalar detectores autónomos en todas las viviendas, una medida de bajo coste pero de gran impacto en la seguridad. Finalmente, señaló la armonización del CTE con el nuevo Reglamento Europeo de Productos de Construcción, que actualiza y refuerza el marco normativo aplicable a los materiales empleados en edificación.
La protección frente a incendios desde la perspectiva de la Administración regional y local
Isabel García-Larrache, Jefa de Área de Normativa Técnica, Supervisión y Control de la Subdirección General de Promoción de Vivienda y Arquitectura de la Comunidad Madrid, aportó una visión profundamente conceptual basada en un enfoque holístico de la seguridad en la edificación, recordando que la protección contra incendios no puede abordarse de manera fragmentada, sino entendiendo el edificio como un sistema en el que todos los elementos están interrelacionados. Subrayó, además, la necesidad de avanzar hacia procesos de rehabilitación integral, de reforzar la accesibilidad universal y de mejorar la coordinación entre administraciones, tres pilares que, en su opinión, resultan esenciales para garantizar entornos construidos más seguros, coherentes y resilientes.
Por su parte, José Carlos Pérez, Jefe del Servicio de Seguridad y Proyectos Prestacionales de la Dirección General de Edificación del Ayuntamiento de Madrid, expuso una serie de propuestas concretas orientadas a elevar la seguridad en el parque edificatorio. Entre ellas, destacó la necesidad de impulsar el diseño prestacional, dotando a los proyectos de mayor flexibilidad técnica sin perder rigor. Defendió asimismo la creación de un plan nacional para identificar y corregir las fachadas combustibles presentes en numerosos edificios existentes.
Planteó, además, la conveniencia de extender la obligatoriedad de la detección de incendios también a los edificios ya construidos, siguiendo modelos como el francés, donde esta medida ha reducido significativamente la siniestralidad. En el ámbito de los riesgos emergentes, abogó por una regulación específica para patinetes y baterías de litio, puntos de recarga de vehículos eléctricos y paneles solares, cada vez más presentes en las viviendas y garajes. Finalmente, propuso impulsar el uso de ascensores de evacuación, conforme a estándares internacionales, como herramienta clave para garantizar la salida segura de personas con movilidad reducida y mejorar la respuesta en situaciones de emergencia.
Los bomberos: la realidad del fuego sin filtros
Pablo Muñoz, Presidente de Fundación Fuego, aportó la experiencia más directa desde el ámbito operativo. Relató con crudeza lo vivido por los bomberos en el incendio de Campanar, donde auténticas “bolas de fuego” atravesaban las particiones interiores. A partir de esta realidad, defendió la necesidad de adoptar medidas más ambiciosas, como exigir fachadas no combustibles en edificios por encima de los diez metros, reforzar la sectorización y el control de ejecución en obra, hacer obligatoria la detección de incendios también en viviendas existentes y estudiar soluciones que permitan atacar el fuego dentro de las cámaras ventiladas.
Además, habló de la campaña “Cierra la puerta al humo”, una iniciativa destinada a salvar vidas retrasando la entrada del humo en los incendios residenciales.
La arquitectura: seguridad sí, pero sin bloquear la innovación
Natalia Bielsa, Directora del Área Técnica del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), felicitó al Ministerio por la ambición y el avance del borrador del CTE, aunque introdujo matices importantes desde la perspectiva profesional. Subrayó la necesidad de coordinar cuidadosamente el DB-SI con el DB-HE, especialmente debido a las limitaciones que las nuevas exigencias de seguridad imponen sobre la instalación de fotovoltaica en cubierta. Advirtió también del riesgo de que el elevado coste del ensayo británico deje fuera de mercado a fabricantes pequeños y medianos, generando una restricción no técnica sino económica. Señaló la ambigüedad actual en la regulación de los aparcamientos con vehículos eléctricos, planteó dudas sobre la gestión y la responsabilidad futura de los detectores autónomos instalados en viviendas y expresó su preocupación por los edificios rehabilitados recientemente con sistemas SATE combustibles, cuya situación normativa puede volverse incierta. Concluyó reclamando guías claras, didácticas y homogéneas que faciliten la correcta aplicación del CTE en todo el territorio.

Elena Santiago, Juan Ferrer, Amelia Santiago, Isabel Marcos, Pablo Muñoz, Isabel García-Larrache, Batiste Boronat, José Carlos Pérez, Pedro Rognoni, Andrés Pedreira y Natalia Bielsa
Un cierre que mira al futuro
La jornada terminó con un breve coloquio donde se subrayó la necesidad de planes de emergencia en comunidades de propietarios y una cultura de autoprotección inexistente en el residencial.
La conclusión compartida por todos los ponentes fue inequívoca: España se encuentra en un momento decisivo. La ciencia, la técnica, la experiencia de bomberos y la sensibilidad social señalan la misma dirección: endurecer la normativa, mejorar la compartimentación interior, eliminar fachadas combustibles y reforzar la formación y el control de ejecución.
La seguridad contra incendios ya no puede ser un asunto secundario: es un valor esencial que define la calidad, la resiliencia y la justicia social de nuestras ciudades.
Puedes descargar las presentaciones en nuestra web: https://www.hispalyt.es/es/jornadas-tecnicas/calendario
Puedes ver el vídeo de la Jornada en el siguiente enlace:
