2022, año clave para la rehabilitación energética con las ayudas de los fondos Next Generation

En España cerca del 45% de los edificios es anterior a 1980, porcentaje que llega hasta el 50% en el caso de los edificios de uso residencial, suponiendo un total de 9,7 millones de viviendas. A su vez, se estima que alrededor de 1 millón de viviendas están en estado deficiente. Asimismo, si se analiza la calidad de los edificios existentes a partir de las calificaciones energéticas, se observa que más del 81,0% de los edificios existentes se sitúan en las letras E, F o G, en términos de emisiones, aumentando dicho porcentaje hasta el 84,5% de los edificios en el caso del consumo energético, lo que pone de manifiesto el importante potencial de la rehabilitación energética y la necesidad de llevarla a cabo, ya que el sector de la edificación en su conjunto supone aproximadamente el 30% del consumo de la energía en España.

La actividad de rehabilitación ha experimentado un notable crecimiento entre los años 2017 y 2019, con un aumento en número de edificios rehabilitados del orden del 10% y en presupuesto del orden del 35%, según el análisis realizado para la elaboración de la Estrategia de rehabilitación a largo plazo (ERESEE). Sin embargo, el ritmo sigue siendo significativamente inferior al de países de nuestro entorno, e insuficiente para cumplir con los objetivos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y la ERESEE.

Para paliar esta situación, impulsar la transición hacia una economía más sostenible y circular, y cumplir con los objetivos marcados por Europa en la lucha contra el cambio climático, el Gobierno aprobó el pasado mes de octubre el Real Decreto 853/21 que pone en marcha el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, cuyo componente dos tiene como fin activar la Renovation Wave en España.

Para ello, se han destinado 6.820 millones de euros de los Fondos Next Generation EU, de los que 3.420 son para el programa de rehabilitación para la recuperación económica y social en entornos residenciales. Además, a esta cantidad, hay que sumar los fondos destinados a los programas PREE y PREE 5000 o el PIREP, con lo que alcanzará una cifra de 5.800 millones de euros que irán fundamentalmente a la rehabilitación energética de los edificios para que reduzcan al menos un 30% de su consumo energético.

Estos Fondos ya se han empezado a distribuir entre las Comunidades Autónomas, que serán las encargadas de su gestión, para lo que se están creando Oficinas de Rehabilitación, en las que informarse y tramitar estas subvenciones.

Papel de la cerámica estructural en Rehabilitación

La industria de cerámica estructural, a la que representa Hispalyt, está llamada a ser protagonista en esta ola de rehabilitaciones, ya que los productos cerámicos son esenciales para garantizar las condiciones de confort, sostenibilidad y eficiencia energética que demanda Europa a las edificaciones.

Los fabricantes de cerámica estructural están trabajando intensamente en el desarrollo de productos y soluciones constructivas que pueden usarse en rehabilitación, cumpliendo con todas las premisas establecidas en cuanto a eficiencia energética, manteniendo y preservando además el valor y la estética de la arquitectura original de pueblos y ciudades.

En este sentido, hay que destacar el SATE cerámico, con el que se pueden mantener las fachadas de ladrillo cara vista, tan representativas en nuestro entorno.

Rehabilitación en Lekeito con SATE cerámico

Por su parte, los fabricantes de teja cerámica, han desarrollado y puesto en el mercado una amplia oferta de soluciones que permiten llevar a cabo cualquier tipo de renovación de la cubierta, cumpliendo siempre los más altos estándares en ahorro de energía.

Reparación cubiertas de teja cerámica

Precisamente el tema de la rehabilitación energética de cubiertas y las ayudas para llevarlas a cabo se trató recientemente en un webinar organizado por Hispalyt del que se puede encontrar más información en el siguiente enlace.

Más información: Real Decreto 853/2021, de 5 de octubre, por el que se regulan los programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial y vivienda social del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.