Entrevista a Enrique Sanz Neira

Arquitecto. Especialidad edificación. ETSAM. 1984-1991.
Diversos trabajos de urbanismo y edificación desde 1991 hasta 2007.
Director de la revista NA (nueva arquitectura) 1995-2001.
Director y coeditor de la revista conarquitectura desde 2001-Actualidad.
Asesor de la comisión de imagen y comunicación del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, 2003-2007
Subdirector de la Cátedra universidad empresa cerámica para construir (convenio con UPM) desde 2008-Actualidad.
Coeditor de la revista arquitectura COAM, desde septiembre de 2008-Actualidad.

¿Cuales es su visión de la Arquitectura en España en momentos?
Pues me parece que tenemos los mejores arquitectos del mundo, pero que deben trabajar en un entorno profesional intoxicado por la labor de algunos compañeros con pocos escrúpulos y con poco ánimo de renuncia.

También se trabaja con una agobiante burocracia regionalizada y con otros agentes del proceso constructivo que piensan que los arquitectos somos prescindibles. Pese a todos estos problemas veo a la Arquitectura de maravilla; es eterna.

¿En que aspectos considera que se ve más afectada la Arquitectura en momentos de serios problemas económicos?
En que hay menos probabilidades de que se pase del papel a la obra construida, y que por desgracia, la falta de trabajo obligue a los arquitectos empresarios a despedir a sus empleados, con lo que la riqueza del discurso intelectual (que al final es el objeto real de la arquitectura) se va a ver realmente empobrecida.

¿Considera que los arquitectos y la arquitectura en general son un elemento muy influyente en el desarrollo económico de un país?
La promoción inmobiliaria publica o privada debe serlo, pero me gustaría que hubiera más diversificación en el futuro, protegiendo a los empresarios que generen tejido productivo para que su resultado sea más exportable, y que con eso se mejore la imagen de marca España. Por otro lado, lo ideal es que todo lo que se construye pudiera ser arquitectura, pero para eso hacen falta más arquitectos, no más constructores. Una vez, un promotor tiburón me dijo que los verdaderos especuladores éramos los arquitectos, porque con nuestro trabajo se revalorizaban los suelos urbanizables... lo decía, por que ningún arquitecto le solía plantar cara a los excesos que él pedía. Todo eso son patrañas; nuestro único objetivo debe ser la arquitectura, no el desarrollismo. En lo macro y micro-económico siempre hay que estar del lado del sentido común y de la contención en el gasto.

¿En momentos de crisis, se opta por la recuperación de los valores más “sociales” de la arquitectura o se promueve la innovación y la genialidad como posibles armas para encontrar soluciones?
Es una pregunta que habla de conceptos interesantes; yo creo que la innovación y los valores sociales no son dos ideas contradictorias. La genialidad, en su acepción más artística me parece que no tiene que ver con la arquitectura; pero, sin embargo, la creatividad puede ayudar mucho a crecer en tiempos de crisis.

Desde su doble perspectiva como “proyectista” y “editor” de Conarquitectura, una de las revistas de más prestigio en el Sector, ¿cual es su visión de la evolución de la arquitectura en España?
Gracias por lo del prestigio, pero haré como si no lo hubiera oído... Estos años han sido muy interesantes... empezamos a publicar obras realizadas con materiales cerámicos en 1994; no ha pasado mucho tiempo y sin embargo hemos notado que cada vez hay más ejemplos de arquitectura en la que los profesionales españoles son capaces de incorporar este tipo de materiales en sus proyectos; me refiero a que, aunque el ladrillo de acabados y formatos tradicionales no tiene competencia para algunas tipologías, los arquitectos no han dejado de probar con otras opciones (ladrillos con otros formatos y acabados, bloques Termoarcilla, fachada ventilada, etc...) Quizá lo que falta es que se acaben ciertos perjuicios con la cubierta inclinada. Parece una obligación ser arquitecto "moderno" y hacer renuncia de la teja como material de cubierta.

También me parece que hay que resaltar el apoyo que realiza Hispalyt con la convocatoria del premio de ladrillo... las diez ediciones que se han realizado hasta la fecha son una muestra de su interés por la arquitectura y un gesto de responsabilidad ante los arquitectos españoles que confían en los materiales cerámicos estructurales.

A pesar del escaso número de viviendas previstas en estos momentos, ¿considera que hay una sensibilización mayor por parte de los arquitectos, a la hora de buscar soluciones que cumplan los cambios de normativa que recoge el Código Técnico de la Edificación? Por último, ¿como contempla el nuevo CTE y cómo cree que se está abordando por parte de los proyectistas? ¿Considera que la nueva normativa conseguirá mejor aspectos importantes de calidad del usuario final de las viviendas?
La sensibilización viene vía decreto ley. Existe una legión de técnicos y comisiones legisladoras (nivel estatal-nivel autonómico-nivel local) cuyo trabajo del último lustro va a percutir violentamente (ya se oyen los primeros topetazos) contra la realidad de la construcción en España y lo que es más triste, contra los presupuestos de la construcción en España. Los arquitectos estamos en medio, con una carga de responsabilidad legal muy grande (aunque afortunadamente mejor reglamentada) pero con estructuras profesionales en nuestros estudios no preparadas para esa guerra. Los oficinas consultoras e ingenierías en las que el trabajo se atomiza no son la solución. Al final, hace falta un director de orquesta que sepa dónde hay que llegar.

En resumen, la gran ventaja del CTE es que se persigue la calidad y se protege al usuario, el gran inconveniente es que la normalización de la aplicación de las soluciones en proyecto y obra va a ser algo traumática. Toda ayuda es muy bienvenida por el proyectista. El catálogo de soluciones cerámicas y el sistema Silensis son unas herramientas inestimables para el arquitecto, y un ejemplo para otros sectores tecnológicos relacionados con la construcción.