Casa B2 Pamplona

La vivienda se ubica en una pequeña ínsula lotizada en parcelas de escasas dimensiones. Al igual que otras ordenaciones próximas, que a modo de archipiélago multiforme y fragmentado conforma los lindes de Pamplona con los campos y pueblos periféricos, no dispone de especiales señas de identidad, salvo las derivadas de su propia dislocada agrupación urbana.

La geometría de la parcela es irregular –semejante a un cuarto de circunferencia-. La curva es fruto de una acentuada tangencia entre una acera y una rotonda de nueva construcción generada para servir a un tráfico intenso. Dicha orientación corresponde con el Sur. Uno de los lados corresponde con una calle interior que permite el acceso y el otro lado recto supone la linde con el vecino.

La escasa superficie, la difícil geometría y un entorno contradictorio, conforman el perfil que define el lugar. La parcela se ve envuelta por una presencia convulsa de edificaciones de todo tipo de tamaños, usos y circulaciones, donde conviven simultáneamente la calma extrema con el mayor flujo circulatorio de la ciudad –rotonda y nueva gasolinera, la presencia de un edificio de gran escala –Policía Foral – y las viviendas unifamiliares vecinas, conforman este entorno confuso y complejo fruto de la lucha territorial en los confines de la ciudad.

Ante esa compleja amalgama de edificaciones, ordenaciones y circulaciones, el proyecto opta por encerrarse, y mirar hacia el sur.

A modo de geoda

Al igual que una geoda (formación mineral amorfa por fuera, pero que al romperse o abrirse se descubre una oquedad repleta de estructuras cristalizadas de naturaleza semi-preciosa), esta casa propone una envolvente neutra, oscura, rotunda, en las caras que conforman el cubo, y a modo de corte, excavación u oquedad aparece una formación geométrica diferente, contrastada, de color rojizo (teja, ladrillo, barro…) explicitando la riqueza interior de la casa. De un modo un tanto didáctico, la casa pretende expresar su estructura interna, donde las estancias principales se abren hacia el Sur, cobijándose del Norte.

La envolvente exterior oscura, está compuesta por una fachada ventilada de cerámica de gran formato sobre estructura de aluminio, dejando entre esta y el muro de hormigón interno y aislado una cámara de aire que actúa como colchón térmico. La cerámica se coloca, dada su especial sección triangulada, como si se tratara de una cubierta de teja, de modo que cada pieza se solapa con la anterior, minimizando de este modo la entrada de agua y aportando una estanqueidad mayor que las habituales fachadas ventiladas.

El diedro abierto a la “geoda”, que coincide con las fachadas orientadas a Sur, se componen de cierres de vidrio sobre correderas triples de aluminio, dando lugar a cierres transparentes en las áreas de estar y piscina, de modo que ambas estancias pueden quedarse abiertas casi en su totalidad, conectadas con el pequeño jardín.

A su vez estos cierres disponen de una segunda fachada-celosía, cuya misión es la de proteger del sol y la intimidad. Estas celosías se componen de piezas cerámicas de color teja, huecas de sección cuadrada, dispuestas en sentido vertical, montadas unas sobre otras, ensartadas a través de tubos de acero inoxidable, y separadas mediante casquillos de teflón. Se disponen sobre grandes cercos metálicos, que a modo de correderas, discurren por toda la fachada, convirtiéndola en una fachada flexible, móvil y ligera, que se puede adecuar a las diferentes necesidades internas, matizando la luz interior, e incluso el propio color de la luz filtrada.

Organización interior: espacios policonformados

La vivienda se distribuye en dos plantas y un pequeño sótano de