El valor del jardín
El proyecto plantea fundamentalmente una cuestión: cómo hacer una casa con jardín en una ciudad jardín. Por este motivo, se propone una casa en la que su estructura se confunda con el jardín mediante la construcción de una pérgola vegetal metálica de carácter ambivalente. Por un lado, la pérgola portante liberará la fachada de la estructura, permitiendo que el jardín entre en el interior de la casa. Por otro lado, con la construcción de esta pérgola vegetal la casa se desprende de la condición de objeto acabado porque podrá crecer como lo hace un jardín. Se plantea como un proyecto sin terminar; un proyecto de casa jardín que se construirá y cambiará con el tiempo. 
La distribución de la casa responde a la voluntad de potenciar las vistas cruzadas desde los ambientes interiores hacia los patios abiertos al jardín que resulta del retranqueo entre los módulos habitables que integran la edificación. Éstos se yuxtaponen transversalmente a la dimensión dominante de la parcela, quedando cada uno definido por la relación entre las losas de 4x15m: el suelo y la cubierta plana.
La estructura portante la forman una serie de vigas metálicas apoyadas sobre pilares también metálicos dispuestos longitudinalmente en la parcela. De las seis losas de cubierta, tres se apoyan en las vigas y tres cuelgan de ellas. Esta alternancia en la altura de los techos permite la entrada de luz y vistas cenitales incluso en las áreas más internas de la vivienda. Por otro lado, el canto generoso de las vigas contribuye a una mayor privacidad al dificultar la visión del conjunto desde las plantas superiores de las edificaciones vecinas.
El sistema de cerramientos verticales en fábrica de obra vista consolida la privacidad respecto de los vecinos y también entre las piezas de la vivienda que por su posición quedan enfrentadas.
Además, al no coincidir su posición con los límites de forjados y cubiertas se generan espacios de transición interior-exterior que enriquecen y singularizan la relación de los diferentes ámbitos con el jardín. Para la construcción de estos cerramientos se ha utilizado el ladrillo semimanual de Cerámica Piera- Pierola, colocada con ligeros desplazamientos respecto a la plomada, generando una vibración aleatoria de luces y sombras en los paños de pared. Esta fábrica de ladrillo sufre pliegues e interrupciones en el recorrido de la fachada, descubriendo más capas en ella como sería el aislamiento térmico de corcho. 
La valla perimetral de la parcela está conformada por una base de hormigón de la que emergen unos pilares metálicos que sirven de guía para grandes piezas cerámicas apoyadas en ellos. La ausencia de contacto entre estas piezas produce un efecto de aligeramiento en la naturaleza pesada de la cerámica. En este caso el producto utilizado es el panel de gran formato BME 20 de Terreal, resultando un diseño económico de construcción “prefabricada” que cubre una longitud de perímetro importante. Con esta solución se consigue también atender a la normativa pudiendo considerar la valla como una celosía.
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