Centro de día en Carbajales de Alba (Zamora)

En un terreno prácticamente plano, sin edificaciones cercanas, de geometría regular, rodeado de más terreno llano de pradera, las voces del lugar eran inaudibles. Habría que amplificarlas, inventarlas como si hubiesen existido desde siempre, dar rodeos.

La arquitectura del pueblo, sus materiales, cubiertas, tampoco nos enseñó ningún camino: la iglesia en piedra, revocos de baja calidad, cubiertas inclinadas cerámicas,..

Sólo al recorrer los alrededores encontramos que las vallas que delimitaban las parcelas rústicas, bellísimas, estaban hechas por cada propietario, a base de eliminar de piedras para poder cultivar, el interior de la parcela.

El disponer de una parcela lo suficientemente amplia, rodeada de amplitud y no tener necesidad de una escala que responda a unas determinadas  referencias externas, y el que el terreno tuviese el nivel freático y acuíferos a pocos centímetros de la superficie, nos impulsó a trabajar con una sola planta.

Aprovecharíamos las ventajas de esa opción (privacidades, patios, ausencia de barreras...), y llevaríamos un programa que conocemos bien (residencia y centro de día) a sus límites; intentaríamos repartir los papeles en esta obra (ocio, comedor, administración, residencia,..) con un argumento libre e ingenuo.
 
La valla de piedra que rodea dos lados y medio del solar nunca existió antes; se trata de un simulacro, empezábamos a inventarnos la historia (se fabricará con las piedras del solar o se trasladará una existente). En el medio lado en que desaparece los edificios se muestran sin confinarse, para producir la entrada; en el que no existe se vislumbra una posible ampliación futura.

Las habitaciones de la residencia se sitúan en el perímetro norte de piedra, moduladas a tres metros; respuesta de claustro antiguo o remedo del monasterio dominico de la Tourette, cada habitación da a un jardín privado no accesible que duplica el espacio interior. El dormitorio dará al muro de piedra bajo con vegetació