132 Viviendas de Protección Pública en Leganés
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El Plan Especial de Reforma Interior 4 de Leganés, podría inspirarse en los escritos de Petrus Berlage (1856 – 1934), en lo referente al concepto de la vivienda como componente fundamental en la construcción de la ciudad y al papel del arquitecto en el planeamiento urbano y la vivienda dentro del sistema institucional.
La Parcela 1, del PERI, se asienta sobre la lengua de escombros del antiguo vertedero municipal, con sus inherentes problemas geotécnicos a los que se sumó la aparición de un potente nivel freático de altura oscilante.
La edificabilidad, la altura máxima permitida (B + IV) y la escasa profundidad de la ocupación, obligó a una construcción horizontal a lo largo de la totalidad de la alineación exterior.
Las normas urbanísticas no asignaban uso terciario en planta baja, circunstancia habitual que arrastra al proyectista a la elección entre diseñar una planta baja porticada o asumir que el 20% de la totalidad de las viviendas se resuelvan en planta baja. La primera opción se descarta por sí misma, atendiendo al carácter de vivienda con protección pública, a la que difícilmente puede gravarse con la repercusión económica que supone la construcción de una planta palafítica.
El diseño de viviendas en planta baja de características atractivas y funcionales para el usuario ha sido quizás el reto determinante del proyecto. La solución consiste en la utilización de la tipología dúplex en planta baja y primera, y dos viviendas pasantes por planta y núcleo de comunicaciones en plantas segunda, tercera y cuarta.
La complejidad reside en plantear la malla de pilares, para una estructura convencional de vigas planas y forjado unidireccional, adecuada para las diferentes distribuciones espaciales de las plantas de vivienda y de las plazas de aparcamientos de los sótanos.
Las fachadas del edificio son planas, y las ventanas reflejan el uso de las dependencias a las que sirven. Las orientadas al norte son, en cambio, de dimensiones más reducidas. La privacidad de las dependencias en planta baja se consigue mediante el retranqueo de la edificación y la elevación de las terrazas sobre el nivel del acerado, decisión que comporta un problema, ajeno a la arquitectura, pero que el proyectista no debe desdeñar: la presencia de un zócalo, de dos metros de altura y 300 metros de longitud.
Descartado el ladrillo por su planeidad, y los elementos de cerrajería por su costoso mantenimiento, se optó por un prefabricado de hormigón, de catálogo, imitando lajas de pizarra, que hubiese sido natural si el presupuesto lo hubiese permitido.
En la parte trasera del edificio se extiende una generosa urbanización privada, formada por paseos ajardinados, juegos infantiles y una piscina con su dotación de vestuarios cerrada por un prisma revestido con tablero composite de alta densidad.
El análisis cualitativo y económico de esa promoción debería conducir a la reflexión de lo que supondría una ciudad con potentes bolsas de suelo municipalizado frente a la realidad actual.
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